INFORMACIÓN SOBRE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS

PROBLEMA Y SOLUCIÓN

Si alguno de sus seres queridos tiene un problema con la bebida, este folleto le puede facilitar a usted información sobre un sencillo programa de recuperación.

Por medio de su ayuda, más de un millón de personas que en una época bebían en demasía llevan hoy vidas cómodas y productivas sin el alcohol.
Durante cinco décadas, Alcohólicos Anónimos ha estado trabajando con éxito, con hombres y mujeres de todas clases y con los antecedentes más diversos. Antes de ingresar en A.A., la mayoría de estos individuos había tratado de controlar la bebida por sí mismos, y únicamente después de haber fracasado en su intento repetidas veces, llegaron a reconocer que eran impotentes ante el alcohol. Al principio, no se podían imaginar una vida sin beber y seguramente no querían admitir que eran alcohólicos. Sin embargo, con la ayuda de otros miembros de A.A., aprendieron que no tenían que beber. Descubrieron que la vida sin alcohol no sólo es posible, sino que además puede ser feliz y muy gratificadora.

A menudo, a las personas más allegadas a un alcohólico les resulta sumamente difícil ver y admitir que alguien a quien tienen cariño, puede ser un alcohólico. Les parece que tal cosa no puede ser verdad. Ansiosos de negar la gravedad del problema, puede que por algún tiempo confíen en las promesas del alcohólico. No obstante, viéndole faltar repetidamente a su palabra, y enredarse cada vez más en dificultades, se ven obligados a reconocer la verdad.

Entonces comienza la búsqueda desesperada de una solución. Creyendo que todo su amor y todos sus esfuerzos para ayudar han sido en vano, se sienten desolados. Si alguna vez se ha sentido usted así, le llenará de esperanza conocer la experiencia de los esposos y esposas, parientes, amantes y amigos de miembros de A.A. que, habiendo sentido lo mismo una vez, han visto a los bebedores problema a quienes aman, librarse de la compulsión por la bebida.

En este folleto, encontrará respuestas a muchas preguntas hechas por multitud de personas, tanto antes como después de que el alcohólico ingresara en A.A. Si los bebedores problema se ríen ante la idea de que tienen dificultades con el alcohol, o si se resienten cuando se les hacen sugerencias parecidas, las siguientes páginas pueden ayudarle a usted, explicándole lo que puede y no puede hacer. Si el alcohólico ya se ha unido a A.A., la siguiente información le ayudará a entender la forma de vida de nuestra comunidad.

Quizás la mejor descripción corta de lo que es y lo que hace A.A., es el breve “Preámbulo”, que por costumbre se lee al comienzo de cada reunión de A.A. Dice:

Alcohólicos Anónimos es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo.

El único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de A.A. no se pagan honorarios ni cuotas; nos mantenemos con nuestras propias contribuciones.

A.A. no está afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución alguna; no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa.

Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad.

Comprendiendo su Problema

Actualmente más de un millón de hombres y mujeres han dejado de beber en Alcohólicos Anónimos.

En esta cifra esta incluida una amplia variedad de gente, desde adolescentes hasta octogenarios. De esta variedad, se ve claramente que A.A. ha podido ayudar a mujeres, hombres, personas de edad avanzada, jóvenes, ricos, pobres, tanto a los que tienen mucha educación como a los que no tienen ninguna.

Este, como todos los libros y folletos de A.A., no está basado en la teoría sino en la experiencia  la experiencia de las personas cercanas a los alcohólicos, que saben lo que es vivir con ellos. Si estas personas pudieran hablar con usted, tal vez le dirían: “Conocemos las dificultades con que se tropieza. Sabemos lo desconcertante que es vivir con un bebedor problema, ver las relaciones íntimas desgarradas por la ira y los conflictos irracionales, ver trastornarse la vida familiar, ver cómo el dinero se gasta, no en necesidades, sino en licores o en hospitalizaciones relacionadas con el alcoholismo, ver crecer a los hijos en circunstancias anormales, imprevisibles. Pero todos nosotros sabemos que, si la persona a quien usted quiere reconoce su problema y verdaderamente desea dejar de beber, hay una solución que ha surtido efecto para nuestros seres queridos, y también puede surtir efecto para los suyos.”

A pesar de los problemas que el alcohol ha causado, puede que usted no quiera admitir que un ser amado es un alcohólico. Tal vez un bebedor problema, esto sí; pero no un alcohólico. Puede que la palabra tenga para usted demasiadas connotaciones desconcertantes. Aunque el alcohólico admita serlo, usted puede, no obstante, tratar de negarlo. Muchas personas han tenido estos mismos sentimientos hacia un ser amado, hasta que reconocieron que el alcoholismo es una enfermedad  hecho confirmado ahora por la medicina. Anteriormente, las personas cercanas al alcohólico podían pensar que, de alguna manera, ellos mismos tenían la culpa. No sabemos cómo ni por qué comienza el alcoholismo; pero las relaciones adultas de años posteriores aparentemente influyen poco en su gravedad o en su progresión. El alcoholismo, como la mayoría de las enfermedades no contagiosas, es propiedad única del desafortunado que la padece. Nadie ni lego ni científico tiene un conocimiento exacto de su causa.

El Alcohólico Puede Recuperarse

El alcohólico es un individuo que padece de una enfermedad para la cual no se conoce curación alguna  es decir, ninguna curación que les haga posible beber con moderación por un largo período de tiempo, como puede una persona no alcohólica.

Debido a que es una enfermedad —una compulsión física más una obsesión mental por la bebida el alcohólico tiene que aprender a mantenerse completamente alejado del alcohol para poder llevar una vida normal.

Fundamentalmente, el alcoholismo es un problema de salud una enfermedad física y emocional más que una cuestión de insuficiente fuerza de voluntad, o debilidad moral. De la misma forma que sería insensato culpar a la víctima de diabetes de caer enfermo por una falta de fuerza de voluntad, también lo sería echar la culpa al alcohólico por su enfermedad, o considerar su forma de beber como un vicio.

El alcoholismo sigue diversos caminos. Algunos miembros de A.A. bebieron descontroladamente desde su primera copa. Otros fueron lentamente progresando hacia el beber desenfrenado. Algunos beben todos los días. Otros pueden abstenerse durante largos períodos, para después lanzarse precipitadamente a una juerga desenfrenada. Estos últimos se conocen como bebedores “periódicos”.

Algo que todos los alcohólicos parecen tener en común es que, con el tiempo, su manera de beber empeora. No existe ninguna evidencia segura de que una persona que bebía alcohólicamente haya podido volver al moderado beber social por mucho tiempo. No se puede ser “un poco alcohólico”. Ya que la enfermedad progresa por etapas, algunos alcohólicos manifiestan síntomas extremos más que otros. No obstante, una vez que cruzan la frontera del alcoholismo, los bebedores problema no pueden volver atrás.

¿Qué Puede Hacer?

Ahora que sabe que más de un millón de bebedores problema han logrado su sobriedad en A.A., puede que se impaciente por “hacer algo” por ese alcohólico cercano a usted.

Puede que le desee explicar que el alcoholismo es una enfermedad y recomendarle que lea nuestra literatura y que se dirija inmediatamente a la reunión más cercana de A.A.

A veces, esta manera de tratar el problema tendrá éxito. Después de haber leído algunos folletos o libros de A.A., muchos bebedores problema llaman a la oficina local de A.A., empiezan a asistir a reuniones, y dejan resueltamente atrás sus días de bebedor. Sin embargo, la mayoría de los alcohólicos activos no están deseosos de recurrir a A.A., ni listos para hacerlo sólo a petición de un ser amado. La costumbre de beber está fuertemente arraigada en la personalidad, y a menudo la compulsión por la bebida les hace rechazar cualquier ayuda. Admitir ser un alcohólico, por evidente y sencillo que parezca, supone comprometerse a hacer algo para remediarlo. Muy frecuentemente, un componente de la enfermedad es la creencia por parte del alcohólico de que es necesario beber para hacer frente a la vida. En la mente confusa del alcohólico, la necesidad de beber puede parecerle una cuestión literalmente de vida o muerte.

¿Cuál es el momento oportuno?

No es fácil saber cuándo un alcohólico está “listo” para A.A. No todos los alcohólicos descienden al mismo estado físico o mental antes de buscar ayuda.

Como esquema general, los alcohólicos se pueden clasificar en las cuatro categorías siguientes:

lª Estas personas parecen ser solamente bebedores fuertes.

Puede que beban diariamente o con menos frecuencia, y sólo ocasionalmente en grandes cantidades. Gastan demasiado en licor y pueden estar empezando a retrasarse física y mentalmente, aunque se nieguen a reconocerlo. Su comportamiento es a veces molesto; pero pueden, no obstante, seguir insistiendo en que pueden aguantar el alcohol, y en que es esencial para su trabajo. Se ofenderían, probablemente, si alguien les tildara de alcohólicos. En esta etapa, puede que se estén acercando a la línea que separa al bebedor social del compulsivo. Algunos pueden tener capacidad para moderar su beber o para dejar de beber completamente. Otros pueden cruzar aquella línea, perdiendo cada vez más su capacidad para controlarse, y llegar a ser alcohólicos.

2ª En esta etapa, los bebedores no pueden ejercer control sobre su manera de beber, y empiezan a preocuparse por ello.

Sin poder abstenerse de la bebida, aun cuando lo quieren, la gente de este grupo a menudo manifiesta una total falta de control cuando beben, e incluso pueden admitirlo al día siguiente. No obstante, están seguros de que “la próxima vez será diferente.” Ahora los bebedores emplean varios “mecanismos de control”: beber sólo vino y cerveza; beber solamente los fines de semana o durante ciertas horas del día o de la noche; elaborar una fórmula para espaciar los tragos. Puede que tomen una copa “medicinal” por la mañana, para calmarse los nervios. Después de un episodio de beber desenfrenado, sienten remordimientos y quieren dejar la bebida. Sin embargo, en cuanto recobran la salud, comienzan a creer que la próxima vez podrán beber con moderación. Quizás puedan todavía cumplir bastante bien con sus responsabilidades de trabajo o domésticas. Les parece absurda la idea de que su beber probablemente empeorará progresivamente y pueda entrañar la pérdida de su familia, de su empleo, o del cariño que otra gente les tiene. Mientras tanto, dicen que les gustaría dejar de beber. Los que están familiarizados con el programa de A.A. dirían: “Quieren querer dejar de beber.”

 

INFORMACIÓN PARA LOS PROFESIONALES

Si usted es un profesional, hay miembros de A.A. dispuestos a cooperar con usted

  • Profesionales del Cuidado de la Salud
  • Profesionales de Instituciones Correccionales
  • Profesionales de Instituciones de TratamientoProfesionales de los Medios de Comunicación
  • Profesionales de Asistencia a los Empleados
    Alcohólicos Anónimos tiene muchos miembros y comités de servicio dispuestos para proporcionar a los profesionales información sobre Alcohólicos Anónimos. A.A. tiene una larga historia de cooperación pero no afiliación con organizaciones ajenas y de estar disponible para proporcionar reuniones de A.A. o información sobre A.A. a petición.

Para los profesionales que trabajan con gente que tienen necesidades especiales tenemos materiales y literatura de A.A., videos en Lenguaje por Señas Americano, folletos en formato fácil de leer, y muchas cosas más.

Si usted desea más información  sobre Alcohólicos Anónimos, le rogamos que llame o escriba a nuestra Oficina de Intergrupos Cali:

 

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